¡Hola chicos/as!
Hoy os contaremos cómo ha sido nuestra experiencia en el Chaparral este año. Debemos decir que nuestros niños y niñas mayores del Chaparral se han portado muy bien y han aplicado sus conocimientos sobre sostenibilidad y reciclaje en la vida real, ahora os contaré por qué.
Comenzamos el curso justo después de Semana Santa y aún con el saborcillo de las torrijas empezamos a plantearnos si somos buenos consumidores, e hicimos un debate; a reflexionar cuántos recursos como el agua, utilizamos diariamente sin darnos cuenta con la Eco-auditoría y a planificar y reflejar nuestros gastos en un cuaderno para intentar que los recursos de nuestro planeta no se agoten tan rápidamente como el dinero de nuestra cartera. Para ello las “Seños” nos contaron algunos truquillos para ahorrar en casa y nos ayudaron a ser conscientes de que los mejores momentos, son los que pasamos con nuestros hijos, nuestros nietos o amigos y que para ello no es necesario consumir.
Pero diréis, ¿y no han hecho este año manualidades creativas de las que nos tienen acostumbrados? ¡Pues claro! Hemos hecho mascarillas y cremas hidratantes de aloe vera para estar monísimos en las fiestas, jabones de gelatina y bombas de baño para volver a enamorar a nuestras parejas, cinturones de tela, broches y pulseras de botones para que no nos falte un detalle y posavasos y botellas para decorar nuestra casa, entre otras muchas otras cosas.
¿Pero sabéis una de las cosas que más me gustó? Que los alumnos y alumnas de este año, tomaron la determinación de que este año celebrarían sus Cruces de una manera más sostenible, ¿sabéis cómo? Pues decorando una Cruz con botellas de plástico. Una idea original y creativa que nos enseña que podemos mantener las tradiciones y costumbres que nos caracterizan y hacer que la cultura de “usar y tirar” sea sustituida por la de “usar y reciclar”.
Un beso muy grande de vuestra reportera verde.